El retrato de la no felicidad
Publicado: Dom May 11, 2008 5:22 am
El retrato de la no felicidad:
Una mañana descubrí que la gente no me hacía feliz y que no me daban ganas de estar con ella.
Al poco tiempo, descubrí que me sentía sola y que nadie comprendía lo que profundamente sentía, y el mundo me pareció aburrido, hueco, triste y sin sentido.
Entonces, cuando todo el mundo parecia pobre y miserable y la gente monótona y hasta tonta, se me apareció un Mago y me dió una bebida quesque parala felicidad. Me la tome de un sorbo y nada, seguía igual de deprimida, tan sólo apareció delante de mi una pantalla enorme, como las del cine, y las luces se apagaron, y una pelicula comenzó:
Era yo, hace algunos años atrás, y comencé a observarme detenimdamente y a escucharme con atención, porque en esa pelicula podía escichar lo que pensaba.
Lo primero que vi es que caminaba muy chistoso, un poco jorobada, con la cabeza agachada y mis pasos eran rápidos y tensos, como si quisiera escapar de algo.
Luego comencé a descubrír que desde hacía muchos años atrás, en mi monólogo interior me exigía y me regañaba al menos 3 veces por hora.
Me observé durante largo rato y luego descubrí que cuando estaba con la gente, a veces no decía lo que sentía o pensaba sinceramente, y prefería quedar bien y decir lo que ellos esperaban que dijera o hiciera. Aveces decía cosas ridículas.
Puse atención y me fijé que me sentía culpable cuando la gente no se sentía bien en mi compañía. Y esto me llevaba a tomar una personalidad adecuada a lo que esperaban los demás, y siempre estaba tratando de complacerlos. Y así me convertí con el tiempo algo que no era ni sentía.
Tambien pude ver que en el fondo de mi misma quería ser perfecta, destacar, y hasta veía a los demás como poca cosa, porque yo me creía importante y hasta pensaba que tenía algo "más especial" que todos los demás. Y entonces cuando estaba con las personas siempre esperaba que ellos reconocieran lo importante que yo era. Pero curiosamente siempre estaba rodeada de gente que jamás lo veía, y más bien estaba rodeada de gente que me parecía poco valiosa.
Segui viendo la pelicula y entonces vi como progresivamente me fui alejando emocionalmente del mundo, porque me sentía una incomprendida "especial".
Y pude sentir como un enojo contra mi misma aumentaba cada vez más, me reprochaba silenciosamente el no poder ser lo que quería ser, ni el haber logrado hacer hasta ahora algo especial para demostarle al mundo lo valiosa que era. Y esto me haci asentir muy mal.
De pronto acabo la pelicula, estaba yo sentada,en una sala oscura. Luego alguien prendió la luz. Me puse de pie y salí a la calle. Y vi a la gente, los cohes los perros y vi una mujer jorobada, caminando de prisa, con la cabeza un poco caída y el cuerpo tenso. Me quedé un momento quieta y un poco asustada: me tallé los ojos: ¡pero si la función ya se había acabado! ¡Esa que veía no podía ser yo!
Pero si que era yo, ni hablar, un poco jorobada, apresurada, con la cabeza caída y el cuerpo tenso. No pude evitarlo: me puse enfrente de mi misma, me hice enderezar, respirar calmado y observar lo que estaba pensando.
Desde ese día, muy a menduo me veo y me escucho a mi misma.
Una mañana descubrí que la gente no me hacía feliz y que no me daban ganas de estar con ella.
Al poco tiempo, descubrí que me sentía sola y que nadie comprendía lo que profundamente sentía, y el mundo me pareció aburrido, hueco, triste y sin sentido.
Entonces, cuando todo el mundo parecia pobre y miserable y la gente monótona y hasta tonta, se me apareció un Mago y me dió una bebida quesque parala felicidad. Me la tome de un sorbo y nada, seguía igual de deprimida, tan sólo apareció delante de mi una pantalla enorme, como las del cine, y las luces se apagaron, y una pelicula comenzó:
Era yo, hace algunos años atrás, y comencé a observarme detenimdamente y a escucharme con atención, porque en esa pelicula podía escichar lo que pensaba.
Lo primero que vi es que caminaba muy chistoso, un poco jorobada, con la cabeza agachada y mis pasos eran rápidos y tensos, como si quisiera escapar de algo.
Luego comencé a descubrír que desde hacía muchos años atrás, en mi monólogo interior me exigía y me regañaba al menos 3 veces por hora.
Me observé durante largo rato y luego descubrí que cuando estaba con la gente, a veces no decía lo que sentía o pensaba sinceramente, y prefería quedar bien y decir lo que ellos esperaban que dijera o hiciera. Aveces decía cosas ridículas.
Puse atención y me fijé que me sentía culpable cuando la gente no se sentía bien en mi compañía. Y esto me llevaba a tomar una personalidad adecuada a lo que esperaban los demás, y siempre estaba tratando de complacerlos. Y así me convertí con el tiempo algo que no era ni sentía.
Tambien pude ver que en el fondo de mi misma quería ser perfecta, destacar, y hasta veía a los demás como poca cosa, porque yo me creía importante y hasta pensaba que tenía algo "más especial" que todos los demás. Y entonces cuando estaba con las personas siempre esperaba que ellos reconocieran lo importante que yo era. Pero curiosamente siempre estaba rodeada de gente que jamás lo veía, y más bien estaba rodeada de gente que me parecía poco valiosa.
Segui viendo la pelicula y entonces vi como progresivamente me fui alejando emocionalmente del mundo, porque me sentía una incomprendida "especial".
Y pude sentir como un enojo contra mi misma aumentaba cada vez más, me reprochaba silenciosamente el no poder ser lo que quería ser, ni el haber logrado hacer hasta ahora algo especial para demostarle al mundo lo valiosa que era. Y esto me haci asentir muy mal.
De pronto acabo la pelicula, estaba yo sentada,en una sala oscura. Luego alguien prendió la luz. Me puse de pie y salí a la calle. Y vi a la gente, los cohes los perros y vi una mujer jorobada, caminando de prisa, con la cabeza un poco caída y el cuerpo tenso. Me quedé un momento quieta y un poco asustada: me tallé los ojos: ¡pero si la función ya se había acabado! ¡Esa que veía no podía ser yo!
Pero si que era yo, ni hablar, un poco jorobada, apresurada, con la cabeza caída y el cuerpo tenso. No pude evitarlo: me puse enfrente de mi misma, me hice enderezar, respirar calmado y observar lo que estaba pensando.
Desde ese día, muy a menduo me veo y me escucho a mi misma.